La variable diastrática es la que determina diferencias en la lengua en razón de la distinta cultura y situación económico-social de las personas.
La variable diastrática es conocida también con el nombre de variable socio-cultural.
La lengua, en relación con la cultura, determina dos grandes niveles: el nivel culto y el nivel no culto.
a) El nivel culto presenta tres registros:
1) Registro Informal que corresponde al lenguaje familiar y cotidiano, “el lenguaje nuestro de cada día”.
2) Registro Formal que corresponde al lenguaje empleado en las distintas profesiones; en las artes, en las ciencias y en la técnica. El registro formal posee una terminología especial y el significado de las palabras es muy preciso, es decir, su exactitud es mayor que la del informal.
Por ejemplo, en el registro informal empleamos la palabra raicilla y en el registro formal de un profesor de ciencias, la palabra radícula.
3) Registro Supraformal que es el que se emplea en situaciones muy especiales y de gran solemnidad. Implica conductas especiales, ajenas al lenguaje, tales como recogimiento, silencio, vestuario especial, etc.
Por ejemplo, el discurso fúnebre.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
lunes, 7 de septiembre de 2009
Ítaca, de Konstantino Kavafis
—Itaca
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales
puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias a aprender,
a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta
experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales
puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias a aprender,
a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta
experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
C. P. Cavafis.
Antología poética.
Alianza Editorial, Madrid 1999.
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